Respeto
cultural, apertura hacia el cambio y heterogeneidad,
el entramado básico.
Estos tres principios constituyen un entramado
básico para la formación del profesorado
en competencias interculturales y son fundamentales
para la diversidad en la escuela y la Educación
Intercultural.
Si
por una parte es necesario visualizar, respetar
y valorar la cultura de origen de los alumnos
y alumnas, por otra es importante fomentar que
evolucionen y desarrollen sus personalidades
optando libremente por los valores y actitudes
de las culturas con las que contactan que se
adapten mejor a su personalidad, expectativas
o forma de ver la vida.
La
Educación Intercultural, además
de facilitar el diálogo y el contacto
entre personas de culturas distintas, hace posible
el mestizaje e intercambio real y efectivo de
símbolos, creencias, conductas y valores.
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Las
culturas están vivas, cambian y se
transforman porque las personas que las
sostienen interactúan con la realidad
y con otros grupos humanos. Por esta
razón no es lo mismo pertenecer a
una primera generación de inmigrantes
que a la primera generación de hijos
e hijas de estas personas, cuya cultura
de referencia ya no es exclusivamente la
de sus padres. |
Hay
que plantearse que las próximas generaciones
que asistan a la escuela serán ya, ciudadanos
y ciudadanas de plenos derechos y aportarán
su herencia cultural a la construcción
de una sociedad multicultural.
El
mestizaje entre las culturas de origen y las
que se van incorporando a las formas de vida
de estos chicos y chicas, supone todo un reto
para la escuela que, como factor socializante
mantiene un difícil equilibrio entre
el respeto a la diversidad y el cambio cultural.
PRINCIPALES
ASPECTOS
Reconocimiento
de las diferencias y peculiaridades de cada
alumno y alumna
Aprendizaje y diversidad
cultural
La actitud del profesorado
ante las diferencias culturales
Diversidad cultural
y construcción del conocimiento
Adaptación del
Sistema Educativo
Éxito escolar y minorías
en la escuela
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