Nos
sentamos en circulo en el suelo.
En el medio del circulo colocaremos una
cartulina que represente al mundo.
Individualmente pensarán en alguna
mujer por cuyo trabajo no hay sido reconocido.
La mujer puede ser alguien próximo
o una persona que simbólicamente
represente a otras mujeres.
Uno a uno, se pondrán de pié
y situándose en medio del circulo,
dirán el nombre de la mujer a la
que quieren rendir homenaje y la razón.
Después de darle las gracias escribirán
su nombre en el mundo de papel.
Uno a uno iremos rindiendo homenaje a
una mujer con significado especial. Al
terminar pediremos que una persona voluntaria
lea la siguiente poesía:
Amo
a las mujeres desde su piel que es mía.
A la que se rebela y forcea con la pluma
y la voz desenvainadas,
A la que se levanta de noche a ver a su
hijo que llora,
A la que llora por un niño que
se ha dormido
Para siempre
A la que lucha enardecida en las montañas,
A la que trabaja- mal pagada- en la ciudad
A la que gorda y contenta canta cuando
echa tortillas
En la pancita caliente del comal,
A la que camina con el peso de un ser
en su vientre
Enorme y fecundo.
A Todas amo y me felicito por ser de su
especie.
La
persona monitora realizará una
reflexión sobre el trabajo invisible
de la mitad de la humanidad.
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