Éxito
escolar y minorías en la escuela
El
concepto de éxito escolar, desde la
perspectiva intercultural, tiene que ir adaptándose
a la situación de partida de los alumnos
y alumnas inmigrantes.
Establecer
normas de éxito escolar considerando
grupos homogéneos significa no tener
en cuenta las desventajas económicas
y sociales en las que se ven inmersas muchas
familias inmigrantes.
En
términos generales, el rendimiento
de los niños y niñas de
los grupos minoritarios se considera inferior
al colectivo de alumnos y alumnas nativos.
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Evidentemente,
esto no es debido a su pertenencia a una u
otra etnia en particular, sino:
A las situaciones de desventaja social y económica.
Al ajuste cultural y lingüístico
que tienen que realizar para adaptarse al
sistema escolar.
A los obstáculos no explicitados, pero
sí existentes en el currículum
oculto (actitudes del profesorado, currículo,
actitud de la comunidad escolar, contenidos
de los libros de texto, lenguaje, etc.), que
les discriminan y les impiden la plena integración
en el ambiente escolar.
A la discriminación a la que se somete
a los centros con una mayoría de población
inmigrante o niños y niñas en
situaciones de desventaja social y económica.
Asistimos
a una mayor escolarización de estos
colectivos minoritarios en centros públicos,
en contextos socioculturalmente desaventajados,
y en los que el fracaso escolar y los conflictos
socioafectivos son abundantes. Estas situaciones
llevan al concepto de 'lógica miserabilista'
(Jordán), de la que se aleja el concepto
de excelencia educativa.
Si
bien el éxito escolar es el objetivo
hacia el que hay que encaminar la estrategia
educativa, en situaciones límites,
habrá que considerar otros modelos
de valorización. El progreso escolar,
la motivación y la integración
social además del esfuerzo personal
y grupal por superar obstáculos son
elementos que se tendrán en cuenta.
No
se puede perder la perspectiva del éxito
escolar, pero tampoco se puede caer en el
desaliento cuando no se consiguen todos los
objetivos del proceso. Hay que poner de manifiesto
la situación de partida y diseñar
una trayectoria que se adapte a cada caso,
planteando como filosofía, el optimismo
pedagógico.
El
sistema escolar tiene que tener, en todos
los casos, como objetivo prioritario el éxito
pedagógico y acometer diferentes medidas
de cambio que neutralicen los factores de
discriminación ocultos y resuelvan
el conflicto de forma que pueda desarrollar
sus capacidades cualquier alumno o alumna,
provenga del contexto cultural y social del
que provenga.
La
igualdad de oportunidades, cuando se crean
las condiciones y se reúnen las voluntades
políticas y organizativas es posible
Carbonell i Paris, Frances . OFRIM. Educación
e Inmigración. Madrid (2000:18)