Reconocimiento
de las diferencias y peculiaridades de cada
alumno y alumna
Al
abordar la interculturalidad en la escuela
y más concretamente el trabajo con
alumnos y alumnas inmigrantes, es necesario
plantear cada caso como único y particular.
Es un error partir de visiones homogéneas
sobre inmigración que pueden provocar
falsos estereotipos y derivar en procesos
pedagógicos erróneos.
Contra
la creencia extendida en la sociedad mayoritaria,
el hecho migratorio no conlleva en todos los
casos dificultades sociales o económicas
ni choque cultural.
La
biografía individual y la sociedad
de origen marcan proceso de integración
diferente en cada escolar y, no necesariamente
en todos los casos, supone problemas de adaptación
educativa.
En
un aula podemos encontrarnos con niños
de origen marroquí que no tienen dificultades
en el seguimiento escolar y compañeros
que han emigrado de la misma zona, con problemas
de aprendizaje importantes.
Los
referentes sociales y culturales ayudan a
contextualizar las situaciones pero no son
las únicas variables que hay que analizar.
 |
Conocer
la sociedad y la cultura de origen, nos
facilitará las claves necesarias
que nos ayuden a entender la situación
de cada caso, pero hay que huir de los
estereotipos y considerar cada persona
en su complejidad individual, social,
cultural y económica teniendo en
cuenta, siempre, que la cultura de referencia
no determina el proceso individual. La
cultura ha sido históricamente
construida por un grupo humano, que la
vive y la renueva constantemente
|