Con
la Declaración Universal de los Derechos
Humanos aprobada en 1942 se dió un
paso importante, sin embargo, quedan por codificar
los de manera sistemática los derechos
de tercera generación.
Se trata de derechos
colectivos, de libertades comunitarias
o de bienes comunes transfronterizos que no
dependen de códigos jurídicos
ya definidos que se mueven en el terreno de
lo ideológico.